Parte 3
Han pasado ya varias horas desde la última ración de comida y el sol no ha bajado ni un grado su intensidad, toda la tensión se hace palpable en la manada por tener que esperar unas pocas horas más únicamente para que la abrasadora luz deje al líder de la manada y a los demás machos efectuar su plan que les permitirá sobrevivir, para ventaja de las yeguas que son mummahs ellas aún tienen algo de leche para sus pequeños babbehs y para los potros que aún no son lo suficientemente grandes para soportar el hambre.
La yegua color menta es una de las pocas que está viviendo una verdadera pesadilla ya que a las pocas horas de darle de comer a sus hijos sus pechos estaban más secos que cualquier pedazo de pan que hubiera comido en esta época sin nada de agua. Sus babbehs lloraban desconsolados y entre chirps y peeps de los más pequeños y las plegarias de los mayores, no podía soportar mucho más.
“¿Podque mummah no da deche, ya no quiere a bebes?”
“Nu beb…”
“¡Nu justo! Mejor babbeh quiede dechitas”
“Tenemos que guardad…”
“¡Nu! ¡Te odio mummah tonta!
El mejor bebe no pudo contener más su rabieta entre llantos y gritos así que tan pronto como recuperó el aliento empezó a dar mordidas que aunque agudas en dolor no lastimaban realmente a la yegua color menta, rápidamente el bebé se volteó y sin pensarlo dos veces baño a su propia madre en un chorro de olor ácido de heces que disgustó a toda su camada haciéndolos huir y esconderse donde se les permitió.
“Amigo edpecial ¡haz adgo!”
“Nu puedo…tengo dolodcitos de codazón…”
El bebe especial rápidamente comenzó a patalear en el suelo, golpear y revolcarse sin importar cuando se llenará de mierda continuando sus gritos y llantos al ritmo de “no es justo” pero lo peor era ver a las otras madres y bebés de todas las edades mirarla quebrándose por un solo bebe además de tener un amigo especial tan débil que no es capaz de siquiera gritarle a su pequeño para corregirlo y que aprenda a comportarse con su madre, esto fue lo que la hizo cuestionarse su situación decidiendo así recurrir a buscar una última alternativa por si los machos fallaban en su búsqueda de alimento por sus bebés.
Ella se comerá al más débil y cumplirá su rol de buena mummah.
Es de mañana cuando el clima aún es fresco y el sol no ha salido por completo más aún hay luz suficiente para ver con detalle todo lo que sucede, en esta hora los humanos están en sus camas, al menos la mayoría, así que muchos fluffies madrugadores tienen tiempo libre para explorar un poco las calles con mayor libertad que en horas más concurridas y con el estado de la manada casi todos se encontraban durmiendo por el agotamiento para mitigar el hambre o la sed, ese es el momento perfecto pensó la yegua color menta.
Le tomó minutos a la yegua ver a todos sus bebbehs dormidos y de entre ellos decidir cuál es el que ella se comería al final de todo, al final los amaba a todos pero sabía que como fluffy de callejón tarde o temprano tendría que hacer decisiones de este tipo y comerse a uno o dos de sus bebbehs era algo que sabía que otras yeguas llegaban a hacer en tiempos de crisis así que continuó mirando con un poco menos de culpa en su pequeña mente, los vio a todos y a cada uno pero al final vio al que todos dejaban de lado en las demás camadas e incluso lo mantenían como una devoradora de mierda, el babbeh popo, a él nadie lo echaría de menos salvo ella y nadie más le diría que es una mala mummah sin leche.
Echada la suerte al aire la yegua menta tomó al pequeño que dormía separado de la camada y temblando un poco lo colocó encima de su lomo por detrás de su crin y de inmediato empezó a escuchar pequeños coos del babbeh popo que distinguía el calor de su madre y por primera vez de entre muchas había sentido calor maternal, en su intento de mejorar las cosas su mamá simplemente lo dejo dormir mientras empezaba a caminar por las calles medio vacías hasta perderse entre las avenidas grandes.
Aqui se viene lo bueno hahahah, si lo traducen me etiquetan
Disfruten :3