Parte 5
“¡¿Pod que mummah?! Soy sodo un pequeño bebbeh ¡Dos bebbehs son pada dechitads y amod y abazods! ¡Screeeeeeee bebbeh tiene dolodcitods atads y en dugar edpeciad y en el dugad de popos!”
“…Mummah do dsiente…”
usando sus pezuñas móviles toma al bebe por los costados mientras se sentaba en su trasero para tener la mayor comodidad posible al momento de comerlo, y con una firme decisión abre su boca para encestar una mordida fiera en la espada del pequeño, este por su parte solo puede sacudirse al mismo tiempo que grita horriblemente y sus esfínteres se sueltan bañando las ubres de su madre en orina y mierda hediondas con ligeras trazas de sangre.
Por otra parte la mummah llora desconsolable por los actos que cometerá pero eso no la arrepiente y jala muy arduamente estirando la piel de su bebé en límites dolorosos hasta que siente que algo se desprendió, un montón de pelo color café revelando un fuerte moretón debajo de la piel, esto le enseñó una sola cosa, comerse al bebé popo será difícil pero por asegurar la supervivencia de sus otros bebés haría lo imposible.
“¡Screeeeeeee! ¡Mummah pada! ¡Dos bebbehs dson pada amod y abazods! ¡Bebbeh popo te ama! ¡DETENDTE!”
Sin dejar de sujetarlo vuelve a abrir su boca llena de dientes ignorando los gritos y plegarias de su infante dirigiéndose ahora hacia una de las patas delanteras que el bebé no paraba de sacudir, estas parecían mucho más sencillas y en cuanto fijó su mordida uso todas sus fuerzas tirando hacia atrás sin detenerse incluso cuando un crack estruendoso resonó en su cabeza junto a los gritos del bebé popo, siguió tirando y usando todas sus fuerzas cuanto pudo hasta que la carne y la piel cedieron dejando toda una extremidad dentro del hocico de la madre y el bebé fue ligeramente propulsado por la inercia hacia el suelo donde se retorcía sangrando, cagando y gritando.
En sus adentros la mamá menta masticaba y saboreaba recordando el sabor de la comida China que hace algunas lunas llenas su amigo especial había traído, la única diferencia era la cubierta dulce y el sabor ligeramente más cocido que el del bebé popo.
“Huhuhuhu…¡DADDEH! ¡Mummah ed mada mummah! ¡Ayuda a bebbeh popo pod favod! ¡Amigods! ¡Ayudaaaaaaa!”
La fluffy menta rápidamente tomó la otra pata delantera y siguiendo el mismo procedimiento tiro hacia atrás pero se encontró con una resistencia mucho mayor de lo que hubiera esperado, así que sin soltar al bebé popo se recostó y usando sus patas traseras se enfocó en usar todas sus fuerzas para al final lograr su cometido arrancándole la pata pero con el costo de mandar a volar al pequeño hasta estrellarse con una pared cercana dejando un cruento manchón de sangre donde se estrelló.
La mamá corrió lo más rápido que pudo después de recomponerse para encontrarse con el bebé popo intentando ponerse de pie mientras gritaba “¡dápido patitads! Ayuden a bebbeh a coded de mummah mondstuo” eso le partió el corazón a la yegua menta que sin quererlo se dejó llevar un momento por el sentimiento y partió un poco en llanto, para cuando ella dejó de llorar el bebé se había cansado mentalmente y únicamente se escuchaban sus jadeos y por lo mismo la mamá fluffy lo prensó contra el suelo desde sus patas traseras y usando su hocico tomó su cola tirando lo más fuerte que podía.
“¡SCREEEEEEEEEE!”
La cola del pequeño se empezó a desprender lenta y de manera desgarradora que para la amarga sorpresa de la madre la piel del pequeño acompañaba a la cola, progresivamente la piel del lomo se iba desprendiendo del músculo de una manera muy poco sutil al ser acompañada de sonidos carnosos y chisporroteantes que llenaban de asco la boca de la yegua menta, por otra parte el bebé popo no paraba de gritar ante el sufrimiento tan intenso que sentía por todo su cuerpo.
Cuando estaba por terminar la madre se dio cuenta que la piel casi había llegado al cuello del potro así que decidió dar un tirón con mucha fuerza para despegar lo más que pudiera de un solo movimiento, al hacerlo logró arrancar mucha más piel de la que tenía planeada llegando hasta la frente del pobre pequeño, quitando hasta su crin color café junto a su cola y el resto de la piel de la espalda que sin pensarlo demasiado para evitar arrepentimientos engulló completa de un solo bocado.
De inmediato comenzó a masticar la piel pero la textura chiclosa junto al pelo hizo que el asco fuera tal que la yegua vomitara encima de su cría, de entre los restos de bilis y ácido logró contemplar ambas patas color cafés aún bastante completas, quizás un poco masticadas, pero aun se distinguían las partes y que pata era la que correspondía a qué parte del pequeño.
Mientras el bebé gritaba hasta desgarrarse la garganta por todas las tortuosas sensaciones que percibía así como la tortura mental que su cerebro defectuoso no dejaba de mandarle a su consiente, la yegua menta volvía a comer ambas patas delanteras y repetidamente masticaba la piel lo mejor que podía sin intentar vomitar de nuevo, tardó casi una hora pero lo logró, logró comer un trozo peludo de piel pero aun tenía un bebé casi completo que terminar, en su mente solo pensaba que quien hiciera así de resistentes a los fluffies era un tonto.
Después de horas de tortuosa y desgastante comida, la mamá se dirige hacia donde se encontraba el rebaño, moralmente se sentía destruida pero logró notar como sus ubres ahora estaban con una buena cantidad de leche para sus otros bebés, los que sí podían disfrutarla y hacerla valer, en sus pasos se encontró con un charco de agua a lado de una alcantarilla en el asfalto y se vio llena de sangre en su hocico y pecho así que procedió a limpiarse completamente, el agua no olía ni sabía bien pero era menos salada que las lágrimas que la acompañaron todo el camino de regreso a casa.
Y sigan sintonizando porque esta cosa se va a poner aun mejor ;3
Disfruten :3