Parte 6
Ya en el asentamiento del rebaño la yegua menta se dirige hacia su nido donde estaban todos sus bebés buenos y su amigo especial, al verlo nota como sus cascos están mucho mejor con respecto a la noche anterior y puede estar acostado con sus pequeños sin que esté llorando por su orgullo ofendido, los bebés en cuanto la notan corren hacia ella a darle muchos abrazos mientras le preguntan dónde estaba y dónde está su hermano popo pero la hembra únicamente habla con su amigo especial que este le preguntaba qué estaba haciendo.
“¿Qué hacíads amiga edpeciad? ¿Pod que no edtabads cuando dedspedté?”
“Había deddpedtado pada id a da dittedbox y cuando vi a los bebbehs vi que fadtaba el bebbeh popo…”
“¿Y dónde edtá bebbeh popo?”
“Ya…ya no edtá…dse fue…”
“Dsegudo codió a budcad suedte en dsuds aventudas, edpedo adgún humano do adopte, hehe tonto bebbeh popo. Pod ciedto, Dsmadty me dijo que fuedas por nummieds en cuanto degesadas, come bien, debes tened hambe”
“¿…que dijidte?”
“Ve pod nummieds, ed pwan de dsmadty fue todo un édxito, tenemod comida para toda la dsemana. Pwonto nos mudademod pada allá, en cuanto pueda caminad”
“…huh…huhuh…HUHUHUHU”
Todos los bebés de la camada de la yegua corren a darle muchos abrazos más fuertes que los anteriores preguntándole en momentos disonantes “¿estád bien mummah??”, “Abwazod adegan todo” “con abwazos mummah dejadá de llodad” mientras soltaba potentes alaridos que espantó a más de uno de los miembros de la manada e incluso que en su estado lastimado hizo que su amigo especial se moviera para irla a cubrir con su enorme cuerpo para calmarla y en cuanto noto que se relajó un poco le pregunto.
“¡¿Qué padó amiga edspeciad?!”
“Bebbeh popo huyó…y ya…ya no podá comed edtods dicos nummies… ¡ya no edtá!”
En cuanto acabaron los llantos y los dolores de corazón más fuerte para su mamá los potros trajeron toda la comida que pudieron con sus pequeños cuerpos para que su mamá no tuviera que moverse mientras su papá la consolaba, fue así como empezó a comer lentamente y poco a poco recobrando sus ánimos comiendo más rápido y con bocados más grandes hasta que finalmente terminó y su estómago formaba una pequeña bola por debajo de las costillas cubiertas en peluche verde menta, después de ello sus urbes estaban a reventar y todos y cada uno de sus potros comió tanta leche que el bebé especial estuvo a punto de vomitar.
Y con un festín terminado todos durmieron pero la yegua únicamente podía recordar todos los gritos de su pequeño, el crujir de sus huesos en sus dientes, el sabor de la sangre, orina y heces, todo estaba tan fresco que la culpa no la dejaba dormir y se sentía enferma pero al final el cansancio la venció y su mente se tuvo que conformar con horribles pesadillas que a duras penas la dejaron descansar.
En la mañana se levanta con un punzante dolor en sus ubres que en su inicio la despertó ligeramente pero con el paso de los minutos se volvió tan molesto que no la dejó continuar, cuando volteó a verse sus ubres estaban tan hinchadas y chorreantes que casi grito de alegría, en su mente solo pensaba “Adi don das mummahs que dienen dueñod humanods, dus bebbehs nunca dienen hambwe” así que corrió a levantarlos uno por uno para que comieran tanto como quisieran, al final de cuentas tenía para todos e incluso podría sobrar un poco, lo único que la distraía de la alegría de las lechitas era ese molesto mareo y la tos que no la dejaban en paz.
Con los minutos los tosidos fueron escalando a tal Grado que sus ojos se ponían rojos y fuertes sonidos de arcadas llamaron al resto de la manada a su nido privado para preguntarle a todos si se encontraban bien y necesitaban algo de ayuda, todos se congregaron mientras la yegua menta trataba de hablar y explicar que todo estaba bien, que solo necesitaba tomar algo de agua y todo pasaría pero las demás yeguas no hacían caso y únicamente se reunían a su alrededor para preguntarle qué pasaba y sus bebés lloraban espantados en las patas de su padre que miraba atónito todo.
“BLEGRH…dsodo tenía adgo dentwo amigods, todo edtá bien”
Pero la única respuesta fue silencio y un retroceso por parte de todos los espectadores en primera fila de lo que había vomitado la yegua, ella en su inicio estaba consternada sobre la reacción a un simple vómito hasta que volteó a ver y los restos le helaron la sangre como el invierno al agua.
Huesos.
Pelo cafe.
Un cráneo a medio digerir aún con piel casi intacta.
Un montón de pelo de cola café oscuro.
Hasta hace unas horas era un secreto que había mantenido muy bien oculto pero ahora había la prueba inequívoca de donde había ido el bebé popo, de que había estado haciendo ella mientras todos los machos regresaron con comida y a los ojos de otras yeguas de que había preferido hacer en lugar de esperar la comida, por más hipócrita que sea ese pensamiento dentro del mundo de los fluffies salvajes, ella se había comido a su bebé popo y aunque las demás estuvieran dispuestas a hacerlo no lo habían hecho, por lo tanto ella era la culpable, la pecadora.
Se viene la parte final :3 ya atraparon a la yegua y le va caer caca al ventilador.
Disfruten :3