Una lenta comida parte 7 -Final- by ShititsMe

Parte 7

“¡Screeeeeeee, deja a bebbehs sodos!”

Gritaba la yegua color menta mientras las demás hembras rápidamente encerraban a sus potros en pequeños grupos y a su bebé especial lo separaban de entre todos llevándoselo al líder del grupo, al smarty que sabría cuál sería el mejor castigo para todos.

“¡Dejen a amiga edpecial y bebbehs twanquidos!”

Gritaba su amigo especial y aunque cada paso fuera un infierno para él estaba convencido de que podría contra cualquier otro fluffy que se le fuera encima, el smarty por su parte salió de su nido y troto gallardo hasta ponerse enfrente de su anterior amigo rudo.

“¡Tu amiga edpecial ed come bebbehs! ¡No ed buena fwuffy y no medece tened camada, medece dueñitos etednos!”

“¡Nu! Ella ed buena fwuffy! ¡dsolo cuidaba a mejod bebbeh y bebbehs bonitods!”

“¡Cállate tonto! Ella ed fwuffy come fwuffies y edtá endseñando codsas madas a dos demáds”

“…no voy a dejad que toqueds a mi amiga edpecial o a mis bebbehs”

“Bien, tu ya no ereds amigo fuedte ¡ya no ered amigo de da manada! ¡Vamod! ¡dendles sueñitods etednos a todos!”

“¡Dsmadty es fwuffy popo! Y tonto y no podá haced nada podque soy mads gwande y fuedte”

“Tú enseñadás a todods podque soy smadty aquí”

Terminado este amargo intercambio de palabras el amigo rudo se abalanzó contra el smarty del grupo el cual se quedó inmovil mientras rápidamente uno de los fluffy machos del grupo, más joven y sano, derrumbó con una fuerte tacleada al amigo rudo, inmediatamente los demás machos lo sometieron rompiéndole todas las extremidades en dolorosas sucesiones acompañadas de gritos, por último llegó el smarty y pisando su hocico tomó sus párpados y los arrancó de una mordida cada uno.

“Ed tu cudpa amigo popo…veráds todo do que pasadá”

El grito ahogado del macho estremeció a todos los potros de su familia que rápidamente comenzaron a piar y clamar por su mamá desesperadamente por otra parte la yegua color menta admiraba como los que eran sus amigos anteriormente la comenzaban a rodear, a golpear, llenar de heces y de orina, incluso algunos la mordieron inclementemente, y al mismo tiempo su bebé especial fue llevado junto a su padre que en su desespero solo volteaba a verlo a él y a la pilas de colores que hacían los linchamientos a su familia.

Más pronto que tarde todos los machos de la manada tomaron turnos para violar a la hembra grupalmente por todos su orificios mientras los que no estaban ocupados con ello la mordían arrancándole trozos de carne y pelo y la golpeaban en sus costados, su cabeza, en incluso pisotones sobre su espalda, lo que antes era una yegua color menta ahora era una pila de colores rojos, blancos, amarillos y cafés, paradójicamente el saber que su muerte llegaría la tranquilizó tanto que ignoraba los gritos de sus bebés.

Las hembras tomaron la ruta de mayor piedad con esos pequeños potros y en un furico tumulto los fueron pisando uno a uno mientras los demás potros miraban como sus hermanos se convertían en un tapete de colores fantasía y las yeguas les gritaban improperios a tal punto que el último bebé que quedó en cola para su ejecución únicamente miraba atónito a los ojos a cada una de las hembras mientras susurraba “pedo…bebbeh….bebbeh ed buen fwuffy…¿soy buen fwuffy?” y un pisotón autoritario acabó con su conciencia haciendo que no sintiera la ola que lo hubiera hecho agonizar de otra forma.

El amigo rudo miraba como todo se había destruido en cuestión de segundos y como todo por lo que había luchado junto a su amiga especial color menta de pronto ya no valía un solo gramo más de esfuerzo, en un piadoso momento su antiguo amigo se le acercó viéndolo increpante pero con un toque de misericordia y sin cambiar su semblante se le acercó diciéndole.

“Dabeds como tedminad edto amigo admohada, dolo hay una fodma de salvad a du famidia, pueded haced que tedmine dápido”

“Edta bien, adcepto dos sueñitod etednos y dos de mi amiga edpecial pod ed pedón del mejod bebbeh”

La yegua menta pudo escuchar entre todo el dolor y gritos de los demás de la manada el trato entre su amigo especial y el smarty, que las demás yeguas hubieran acabado con su camada le partía el corazón más que cualquier otra cosa pero ella sabía que era por el peso de sus propias acciones, así que de poder salvar al mejor bebé era lo mejor para expiar sus propios pecados y los que había hecho cometer a su amigo especial.

“¿Que creen que hacen? ¡Dejen a ese fluffy montón de locos!”

“Atáds tonto humano, si se llevan a amigo admohada y yegua mendta jamáds podán tened pedón”

“Dije atrás fluffy demente, llévate a todos tus amigos contigo”

“¡Hmp! Como quierad tonto humano, no lod estád ayudando ¡Vamonod manada, nod mudamod ahoda!”

“Ay estos fluffies de callejón…llevémonos a estos pobrecitos al refugio y ahí los curaremos”

En cuanto los humanos levantaron al amigo especial este empezó a retorcerse agresivamente a tal punto que le fue imposible al humano en cuestión sostenerlo y por ello cayó de cabeza en el duro cemento encima de su mejor bebé matándolos a los dos en el acto, en una obra más que estúpida fue una acción para librarlos a ellos dos de las consecuencias que los humanos habían traído sobre ellos, en su cabeza no pudo disculparse lo suficiente con su amiga especial pero estaba agradecido por haber podido salvar a su mejor bebé.

“¡Oh mierda! ¡Clay te dije que tenías que traer el transportador primero!”

“…perdón”

“Llévatelos al camión aún así, no podemos dejarlos en la calle, merecen algo mejor, yo me llevaré a la yegua”

“Si señor…”

“¡Nuuuuu! ¡Dejen a yegua en callejón! ¡No quiedo sed sadvada, quiedo modir!”

El humano tomó a la yegua con cuidado y la colocó dentro de la transportadora donde la tapó con cobijas que de inmediato la calentaron, ella por un segundo se reconfortó hasta que llegó a su nariz el olor a otros fluffies y noto como ella olía diferente, ya no olía bonito, ya no olía a buena mamá, y sabía que los demás fluffies lo notarian en cuanto los viera cara a cara, eso la llenó de ansiedad y miedo.

En el refugio la bañaron con agua caliente y usaron jabón especial para fluffies que a su nariz olía hermoso, le dieron una caja que no era húmeda y no olía a basura pero tampoco olía como su amigo especial ni a ninguno de sus bebés, un sentimiento tan amargo que la hacía romper en llanto cada vez que recordaba lo sucedido al final en el callejón mientras la mantenían separada del resto de los fluffies del refugio.

Un día sus cuidadores humanos habían decidido llevarla con el resto de las yeguas del refugio para trabajar en su reintegración y posible educación para una pronta adopción, la yegua menta aún lloraba cada noche recordando lo visto, lo sentido, lo escuchado pero en sus adentros pensó que posiblemente podría perdonarse a sí misma y seguir con la vida, por ello mismo aceptó salir al jardín mientras las yeguas jugaban con varios juguetes.

“Hoda fwuffy soy fwuffy, quiereds sed mi amiga??”

“¡Si! Dsoy Diffany ¿tú cómo te llamad?”

“Uhmm sodo soy fwuffy…dsoy de un callejón, no tengo nombwe”

“Theehee, no impodta fwuffy vedde cwaro ¡Diffany dserá tu amiga vamod!”

Ya habían pasado semanas desde que la rescataron pero fue hasta este momento que de verdad había interactuado con otro fluffy en mucho tiempo, la yegua menta empezó a correr junto a las demás yeguas en incluso por unos segundo genuinamente olvido todo lo que había pasado en el callejón, pero pronto las demás yeguas comenzaron a oler al aire buscando.

“¡Huede feo!”

“Humana bonita huede muy feo aquí…”

“…fwuffy vedde cwaro…ered tú…”

En cuanto el resto de las yeguas dieron con el origen del olor en la de color menta hubieron tanta tas reacciones diferentes, algunas comenzaron a vomitar, otras como Tiffany corrieron a avisarle a las cuidadoras de la situación, pero las últimas fueron las más preocupantes de todas ya que fueron las que dieron con el motivo del hedor de la yegua menta y no podían permitir eso.

“¡TU! Tonta fwuffy ¡Ered come bebbehs!”

“Pedo…¡pedo do hidce pada sadvar a bebbehs!”

“¿Y dónde edtán tud bebbehs?”

“…tienen dsueñitod etednos”

Todas las yeguas que se habían quedado a juzgarla de inmediato se congregaron a su alrededor sometiendola mientras la lider la golpeaba y la mordía arrancándole lo que le quedaba de melena y de orejas, para rematar las demás continuaron su ejemplo y con potentes mordidas para un fluffy se dedicaron a arrancarle todo el pelaje que pudieron e incluso unos buenos trozos de piel, de lo que anteriormente era una yegua esperanzada color menta ahora solo quedaban restos sobre un cuerpo herido pero vivo.

La yegua menta por su parte analizó todo en su mente, lo recordó en cuestión de segundos, lo digirió junto a su dolor y todo lo que pasó hace unos instantes llegando a una sola conclusión que había estado evadiendo cómodamente entre todos los pseudolujos que tenía ahora, el smarty tenía razón, únicamente la muerte la hubiera dejado descansar, solo la muerte le traería redención ante su crimen y tras la más fuerte reflexión llegó a la conclusión final, su castigo fue que la salvaran, su amigo especial y sus bebés se habían salvado pero ella no.

“…wan die…”



Ufff estuvo largo pero sin duda se disfruto mucho tanto publicar como escribirlo, espero leer su retroalimentacion y si gustan compartirlo en grupos de FB o con otros usuarios adelante, solo coloquen los creditos correspondientes :3

Disfruten :3

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